BODAS DE PLATA Y ORO
Ángel Moros, nuestro querido y recordado párroco, supo en su
momento dar a la parroquia un aire de familiaridad y convivencia que continúa
hasta el día de hoy en no pocos aspectos de la línea pastoral de la
Presentación de la Virgen.
Suya fue la idea de felicitar a los vecinos del barrio con
motivo de la celebración de sus bodas de plata y oro. Durante no menos de 25
años, voluntarios de la parroquia llevaron a los domicilios particulares un
pequeño detalle floral y una nota de felicitación y esperanza. En algunas
ocasiones (pocas) se encontraron con cierto rechazo; en una amplísima mayoría
de veces se les agradecía el detalle. No faltaron casos en los que la Parroquia
fue la única en felicitar la efemérides que estaba pasando totalmente olvidada
para los familiares, aún los más allegados. Que la Iglesia se hiciera presente
en sus casas, aunque fuera de forma sencilla, era un “puntazo” que dejaba
frecuente y felizmente descolocados a los matrimonios.
El proceso de secularización de la sociedad y una nueva línea
de pastoral hicieron aconsejable cambiar algunas formas. Hoy, como siempre, al
final del año y coincidiendo con la festividad de la Sagrada Familia, la
parroquia invita a todos los matrimonios que cumplen tan señalada fecha, a una Eucaristía tan especial como emotiva y
que termina con la entrega a estos matrimonios de un diploma conmemorativofirmado
por nuestro obispo.
Después de la celebración litúrgica, se concluye con un
tradicional “picoteo” para todos los que quieren unirse y compartir la alegría
de estas parejas que, con sus 25 ó 50 años de vida en común, nos dan a todos
ejemplo, fuerza y esperanza para seguir adelante en esta sociedad en la que lo
efímero e insustancial parecen dominarlo todo.
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